Vientre plano sin esfuerzo



Los gases provocados por las comidas pueden provocarnos hinchazón y sensación de gordura, por o hablar de la dificultad para eliminarlos. Saber qué y cómo comer puede ponerles fácil remedio.

Vientre hinchado y duro, pantalones que de pronto aprietan..
Muchas personas sienten estas molestias después de comer, aunque no haya sido una comida muy pesada.
¿La razón?: los gases, un trastorno que produce incomodidad, en la mayoría de los casos, los gases no representan un problema serio de salud. Suele ser un trastorno sin transcendencia médica, que sin embargo resulta molesto e incluso doloroso, ya que a veces puede producir calambres en todo el abdomen. Pero sobre todo los gases causan muchas situaciones embarazosas.

¿Por qué se producen?


Los gases que hinchan el vientre pueden provenir:

Del aire que tragamos junto con la comida o las bebidas o al masticar chicle. También hay personas más nerviosas que de forma inconsciente van tragando aire durante todo el día. Asimismo en los dientes aumentan la salivación y la deglución de aire.

Las bacterias
 que nos ayudan a digerir los alimentos, a través de diversos procesos, producen gases que a su vez distienden las paredes del intestino. Toda esta acumulación de gases es la culpable de que el vientre se hinche y aparezcan las molestias abdominales.

¿Cómo se eliminan?

Si el problema principal proviene de la deglución de aire y de la distensión del estómago, su eliminación más sencilla será a través de la boca en forma de eructos. Por el contrario, si la mayoría de gas se forma en el intestino grueso procedente de la fermentación de los alimentos por las bacterias, se eliminará principalmente por vía anal. A veces no resulta tan fácil esta eliminación y en ocasiones, no es socialmente aceptable. Sea por una u otra causa, los gases se convierten en una verdadera pesadilla para quien los sufren.

Primeras medidas

Una vez han descartado enfermedades más graves que pueden producir flatulencias, las medidas básicas que deberemos adoptar en un primer momento serán de tipo dietético. Es decir, habrá que adaptar la dieta y la forma de comer para mantener el vientre plano sin molestos gases.

1- No saltarse comidas. Realiza un mínimo de 4 al día: desayuno, comida, merienda y cena.

2- Comer de forma ordenada: primer plato, segundo y postre, respetando los horarios y sentados. El tiempo mínimo de una comida son 20 minutos.

3- Un ambiente tranquilo a la hora de comer, evitando discusiones, preocupaciones y la televisión a toda pastilla.
Comer es un acto que requiere de toda nuestra atención y por ello precisa un ambiente propicio.

4- Hay que masticar con la boca cerrada y unas veinte veces. No hablar mientras se come, y no sorber la sopa u otros líquidos 
(y no solo por educación).

5- Beber en vaso, nunca directamente de la botella o de latas ni tampoco con pajita.

6- Evitar los excesos. Una comida demasiado copiosa o muy condimentada va a necesitar mucho esfuerzo. Tampoco se recomiendan los platos muy grasos. Así, no deberían formar parte de la dieta diaria los fritos, los rebozados con exceso de aceite, los estofados grasientos, las salsas con mucha mantequilla, nata o quesos fuertes y la pastelería y bollería rellena de cremas, chocolates o cabello de ángel.

¿Cómo cocinar?


Con técnicas que aporten menos grasa a los alimentos: hervidos, a la plancha, al horno, en papillote o rehogados. Es preferible el pescado hervido o asado y la carne (poco grasa) asada o a la plancha.
Pero si tienes que freír o rebozar, que sea lo menos posible, y utilizando siempre aceite de oliva muy caliente. Antes de servir, recuerda dejarlo sobre papel absorbente para que empape bien. Los guisos o caldos se pueden desgrasar una vez fríos.
Con las verduras hay que tener cuidado, ya que si se toman crudas pueden hinchar el vientre.
Es mejor optar por las de hojas verde, como acelgas o espinacas, hervidas.
Por último, se deberían evitar las comidas muy especiadas.
Solo en pequeñas dosis las especias pueden ser beneficiosas y ayudar a digerir los alimentos, pero en exceso pueden producir hinchazón.

Cuidado con los cambios


Si el problema es el estreñimiento no deberemos introducir cambios bruscos en la dieta, como añadir grandes cantidades de fibras. De be ser poco a poco.
De la misma forma, si no estás habituada a consumir verduras y frutas en tu dieta diaria, debes incorporarlas de forma paulatina.

Que puedo tomar






Agua: bebe 1,5 litros de agua al día. Agua sin gas, por supuesto.

Infusiones: las más utilizada son menta-poleo, manzanilla, anís y hierbabuena. 

Legumbres remojadas
. Aunque son flatulentas no deberíamos renunciar a comerlas. Pon las a remojo como mínimo entre 8 y 12 horas antes. También hechas en puré se evitan gases. no las cocines nunca con chorizo, tocino o manteca.

Piña
 contiene enzimas que facilitan la digestión.

Yogur, ya que contiene bacterias que ayudan a equilibrar la flora intestinal y facilita la digestión.

NO



Algunas verduras:
 col,coliflor,repollo,brócoli, alcachofas, pepino, pimiento, rábano, cebolla, puerro, ajo.

Alimentos a los que se les añade aire o gas:
 como tortillas, suflés, nata montada...

Bicarbonato
 para mejorar las molestias digestivas.

Café
 después de comer, ya que es un irritante.

Chicles
 sin azúcar o refrescos con sorbitol, un edulcorante que puede producir gases.

Comidas muy saladas
 o productos envasados con mucha sal, como las patatas fritas. Retienen líquidos.

Frutos secos
, frutas confitadas o en almíbar.

Pan recién horneado
 o pasta poco cocida, ya que fermentan en el estómago y crean molestias.

Qué provoca los gases

  • Alimentación demasiado rica en grasas.
  • Tomar muchas bebidas con gas.
  • Mascar chicle sin parar.
  • Comer alimentos flatulentos como las verduras de la familia de las coles y legumbres.
  • El estreñimiento crónico.
  • La toma de determinados fármacos como, por ejemplo, los laxantes, algunos reductores del colesterol y ciertos tranquilizantes.
  • La producción excesiva de gases también puede indicar la presencia de alguna enfermedad, como grastritis, úlcera gástrica o intolerancia a la lactosa.

Rutinas muy sencillas



Retraer el vientre
 
Varias veces al día durante tres minutos.
Si lo haces a menudo, se convertirá en hábito.
Puedes hacerlo mientras caminas, esperas el autobús o incluso sentada en la oficina.

Masajea la barriga
Todos los días con la mano en el sentido de las agujas del reloj. Agilizarás el tránsito intestinal.
Si quieres reforzar luego la barriga, realiza un segundo masaje con un trozo de hielo hasta que se deshaga.

Dos buenas posturas antigases
1 -colócate boca abajo en la cama para facilitar la expulsión de gases.
2 -Siéntate en el suelo con las rodillas replegadas y los brazos sujetando ambas piernas. En esta posición nos iremos balanceando lentamente, sin forzar la musculatura.

Elimina el estrés
Es fundamental librarse de la tensión acumulada practicando técnicas de relajación. Puedes probar con el yoga, la meditación o cualquier modalidad de gimnasia que fortalezca tus músculos abdominales.

Un paseo tranquilo
Después de cada comida, si tienes tiempo, aprovecha para dar un paseito. Por la contra, las siestas pueden provocar gases.


Remedios caseros


Pastillas de carbón vegetal.
Su acción absorbente puede eliminar la hinchazón y las molestias.
Dos semillas de mostaza con un vaso de agua en ayunas. 
Puedes aumentar cada día la cantidad de semillas hasta llegar a un máximo de 12.
Aplicar una bolsa de agua caliente sobre el abdomen, alivia los dolores tipo cólico que puede causar los gases.

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